ARTÍCULOS.-

Una nota para la lavandería.- (Un apunte sobre la enseñanza de la Litografía) (Ene 2010)

Desde las primeras manifestaciones plásticas de la historia más remota, el hombre se ha sentido fascinado por la posibilidad, jamás exenta de un carácter mágico, no solo de producir sobre una superficie la impronta de algún objeto, su propia mano, una piedra tallada, sino de repetir más de una vez la misma imagen idéntica como característica implícita en el hecho de la propia impresión o estampación. Porque, al modo platónico, la imagen impresa como sombra proyectada en la caverna, es trasunto que remite a la imagen única y real que constituye la propia matriz de impresión.

Hablamos específicamente de Obra Gráfica, como obra artística estampada sobre papel, de carácter tradicionalmente seriado o múltiple. Distintas técnicas van configurando históricamente el "cajón de sastre" que conocemos por hoy por “Técnicas tradicionales de Estampación”: la Xilografia o grabado "en relieve", de origen medieval y que ya ilustra los incunables renacentistas . La Calcografía o grabado en hueco sobre metal que supone uno de los factores que permiten el desarrollo del libro y sobre todo de la ilustración del libro desde el Renacimiento, y que alcanza su desarrollo total en el Barroco. La Serigrafía, quizá, la de invención más antigua, ( tradición oriental de plantillas de estarcido) pero de desarrollo paradójicamente más reciente, susceptible técnicamente de prestarse perfectamente al lenguaje plástico de los movimientos artísticos de los 60 y 70.

Y la Litografía, que constituye por sí sola el objeto de este escrito, cuyos principios se descubren en el estricto final del XVIII y que revoluciona las técnicas de estampación suponiendo el primer sistema plano de impresión y que escapa por tanto del ámbito del grabado al no producirse mediante ningún tipo de talla o incisión ni en relieve ni en hueco, y que posibilita el origen y el desarrollo de los primeros medios de comunicación impresos y la publicidad , inaugurando las modernas tecnologías de impresión.

Pero las técnicas de producción reproducción y multiplicación de imágenes experimentarán a lo largo del tiempo una evolución considerable. Hoy, hablar de reproducción cuyo fin sea la difusión supone abandonar aquel término para volver a poner el énfasis en éste, es decir, el de “difusión”, porque las ténicas de reproducción de imágenes han evolucionado enormemente y porque en la estricta actualidad el vehículo electrónico es de un alcance inimaginable hace muy poco tiempo. Por eso volveremos a cuestionarnos el sentido y la finalidad de la enseñanza de las técnicas tradicionales de realización de la obra gráfica y su lenguaje.

El aprendizaje de la Litografía, como el de otras técnicas, aunque no cuantificamos en qué medida, necesita una práctica relativamente larga y requiere de medios, tiempo, programaciones adecuadas, una “ratio” que relacione todos esos factores, etc. Los planes de estudios, en los mejores de los casos, tampoco le dedican el tiempo ni los medios necesarios. Los alumnos priorizan en tantas ocasiones el aprobado del curso sobre otros fines. Ello se debe al espíritu y los conceptos subyacentes en los planes de estudio y la metodología docente. Es el problema de la enseñanza reglada en materia de artes plásticas. Por un lado las inserta y valora en todo un sistema no solo educativo general sino también productivo y social. Quedan de ese modo prestigiadas, al menos en cierta medida. En España la Licenciatura en Bellas Artes supone un título de igual nivel académico que cualquier otra Licenciatura. Pero por otro lado, el sistema de asignaturas y evaluación mediante notas etc parece que no tuviese nada que ver con la práctica necesaria de los talleres y estudios en Artes plásticas.

Y sin embargo, la tradicional diversificación entre la tarea creativa del artista y la necesaria asistencia técnica del impresor o estampador, con las consiguientes paradojas y dificultades que creaba y que han dado lugar a una serie de anécdotas que están en la leyenda de una historia “menor” del Arte ( Toulouse Lautrec-Pere Cortelle, Cezanne-Clot, Picasso-Vollard, o Matisse-Mourlot), está siendo en la actualidad superada, precisamente porque la enseñanza de las Artes Plásticas incluye la de las técnicas gráficas tradicionales con lo que cada vez es más habitual que los artistas formados en principio en los ámbitos docentes son conocedores de las técnicas y capaces de realizar ellos mismos su propia obra.

Pero volviendo a la Litografía y antes de preguntarnos por la finalidad – utilidad de su enseñanza, otro problema de tipo aun más perentorio sobreviene en su práctica actual como es la escasez por progresiva desaparición de sus medios instrumentales tradicionales. Son raros ya los talleres, incluso lo dedicados tradicionalmente a grabado, genéricamente hablando (donde lo que prima es el hueco o en todo caso el relieve) en los que se conserven piedras o no digamos alguna prensa litográfica. Qué haremos cuando no queden piedras ni prensas? O mejor, tienen sentido las piedras y las prensas? Hace ya algunos años constatábamos como en Facultades de Bellas Artes como la de San Jorge en Barcelona se habían sustituido prácticamente todo lo referente a medios y herramientas “litográficas” por prensas offset planas y matrices fotosensibles.

Porque las técnicas tradicionales de estampación están experimentando en este mismo momento una sacudida importante que proviene de la tecnología digital e informática. Y, las técnicas que han supuesto hasta hoy mismo un paso intermedio entre las tradicionales, consideradas "nobles" (tampoco en estricto pié de igualdad), y las mas modernas, Electrografia - Copy - Art- , todas las técnicas aditivas de Grabado, todas las técnicas de Transfer, y todo el eclecticismo que combinaba cualquier cosa, Xilografia con Serigrafia o Litografia por ej., lo que venía siendo cada vez más común inmediatamente antes de la eclosión de la Estampa Digital. Y en ese intervalo se hallan las técnicas de Fotomecánica, consideradas todavía hoy como técnicas de impresión industrial y comercial, pero que acaban de pasar en este preciso momento ya en la práctica a la historia a lo que hemos asistido y estamos aún asistiendo con una velocidad nunca vista y precisamente por el auge rapidísimo, radical y revolucionario que supone lo informático y lo digital.

Pues bien, todas esas técnicas podrían ser todavía hoy el objeto de reivindicación para fines artísticos, como ha sido el mencionado planteamiento de la Facultad de Barcelona, del mismo modo que sus antecesoras las técnicas tradicionales. Y diríamos que existe el riesgo de saltar por encima ignorándolas lo que soslayaría y despreciaría todo un caudal importante de dicción técnica y plástica. El proceso de reutilización de lo industrial por parte del Arte debería ser entonces reivindicativo e intentar recuperar e incorporar al ámbito de lo artístico técnicas actuales como es el caso por un lado de las técnicas de impresión fotosensibles, Fotograbado, Fotolitografía u Offset etc. Incluso, por qué no?, algo que parecería un capítulo cerrado de las técnicas de reproducción y que ha quedado como mero auxiliar como es la Electrografía.

Y sin embargo ese salto se está produciendo de modo rapidísimo y sin demasiada posibilidad de volver la vista atrás en lo técnico. Lo novedoso fue visto en el pasado siempre con precaución y a veces prejuiciadamente. Los cambios eran cuando menos más lentos. Hoy lo novedoso se acepta como sinónimo de lo mejor, de lo imprescindible, de lo que debe ser adoptado sin más porque lo contrario sería desfasarse de lo que es más “actual” o “moderno”.

Entonces, podrían ser las técnicas de impresión indirecta offset y sus medios inherentes, aun en sus aspectos más simples o elementales como pudieran ser las prensas planas manuales o “sacapruebas” (por otro lado a estas alturas casi imposibles de encontrar) los sustitutivos de los medios más tradicionales de la litografía directa y manual? Estaríamos yendo quizá del mismo modo siempre “detrás del carro” y aun en el caso de que pudiésemos utilizar los medios e instrumentos más profesionales de la impresión offset, nunca tendría sentido hacerlo en Bellas Artes porque no está entre sus fines formar técnicos que manejasen las maquinas automáticas o rotativas pensadas para fines comerciales y no para fines artísticos. Antes bien serían los medios industriales y comerciales lo que debieran contemplar un margen en su actividad para proporcionar la posibilidad de trabajo al arte y los artistas.

Y si no tiene sentido enseñar técnicas fotomecánicas (salvo para brindar una información que facilitase ese trabajo creativo y artístico en el ámbito de los medios ya existentes industrialmente), tiene sentido enseñar Litografía con los medios aun más antiguos y limitados como son los tradicionales?

Podríamos decir que algo similar ha sucedido con los medios y lenguajes del grabado Calcográfico que responden a conceptos técnico y plásticos aún más antiguos y sin embargo gozan de gran predicamento y valoración artísticos en la actualidad , no solo en los planes de estudio de Bellas Artes sino en el ámbito social en el que debido al retraso “crónico” de su cultura artística se acepta como algo peculiar por lo específico y raro de sus medios y resultado plástico. El Grabado reúne, en ese sentido, su carácter múltiple que le dio origen y la añadida sacralización del mercado burgués del arte que le ha dado también un nuevo sobrevalor comercial desvirtuando así el espíritu de multiplicación y consecuente accesibilidad que eran su primera razón de ser. Y ello se debe en parte precisamente a la “lejanía histórica” de sus métodos y tecnología, lo que le hace aparecer ante el gran público (incluyo en él , el ámbito burgués especulador, muy poco entendido, de la mayoría de las galerías de arte. En cuanto a la valoración del Grabado por parte de Museos e Instituciones se proyecta hacia artistas ya consagrados con consideración de "históricos") como ese producto raro, objeto de valor peculiar y específico.

Pero volviendo a nuestra pregunta inicial lo que nos ocupa de un modo mucho mas inmediato:

Qué valor tiene hoy la enseñanza o el aprendizaje de una técnica como la Litografía? En la última época se ha producido una especie de mestizaje técnico en el que se mezclaban unas técnicas con otras, quizá porque desde su mentalidad no importaba la pureza de los lenguajes sino la originalidad de los resultados, o quizá porque no se profundizaba lo suficiente en cada uno de ellos como para descubrir la riqueza y amplitud de su dicción o cual era en realidad la distancia hasta la linde de sus fronteras.

Por otro lado la revolución gigantesca, inimaginable y velocísima de lo digital arrumbaba de golpe y porrazo una serie de consideraciones que todavía hacíamos hace bien pocos años y quizá hagamos todavía con cierta inercia sobre lo gráfico. Y para completar el panorama el llamado Video Arte venía a transgredir absolutamente los límites de lo plástico considerado a lo largo de siglos como estático y lo convierte en cinético dándole una dimensión que no por nueva dejó seguramente de ser una aspiración del arte desde Altamira y sin necesidad de incurrir en la narración literaria del cine.

Y entonces , dónde la validez de los formatos reducidos de estas estampas, desde luego y en principio limitado por el tamaño de las piedras o incluso de las planchas, es decir, por los propios elementos tradicionales de una técnica histórica de comienzos de la era industrial?

Pues, con todo, quizá se trate de la formación del artista y de su génesis como tal. De sus conceptos plásticos. De sus conceptos gráficos , cromáticos , compositivos y desde luego temáticos. De la formación de sus criterios sobre el campo visual, de la apreciación de su propia capacidad de concepción de imágenes. Quizá se trate de la formación de su manualidad , de la relación directa entre concepto y realización fáctica de la obra. Quizá se trate del descubrimiento de las propias posibilidades de la gráfica como lenguaje válido independiente de otros lenguajes artísticos y además de su susceptibilidad de ampliación y profundización actual de sus propios modos de dicción inherentes.

Quizá las técnicas de Grabado y estampación, pero sobre todo la litografía esté en la base , no solo de las técnicas de impresión industrial ligadas al desarrollo de lo social en los últimos doscientos años, la prensa impresa, el cartel, etc. sino además en el espíritu que ha desarrollado a través de los medios de masa impresos, la historia, la cultura y el pensamiento contemporáneos.

Y por tanto su compromiso , como el de otras técnicas, como el del Arte, en otro aspecto pendiente de cosas sea el de dar un cauce de difusión adecuado de carácter y alcance verdaderamente social y fuera de los ámbitos de especulación burguesa, a los que está sometido desde hace unas décadas. Otro aspecto como sea sacar a la obra de Arte de esa dinámica tautológica de lo nuevo por lo nuevo (Hic est drago caudam suam devorans: Aquí está el idiota que se mira el ombligo), de la mera y estéril especulación formalista en que lo ha sumido deliberadamente el capitalismo, para dotarla de un lenguaje claro y legible, comprensible para una mayoría y de un contenido sintomático, crítico y descodificador o hermenéutico de la realidad histórica y el pensamiento contemporáneos.

…..

Y , con todo, no demasiado ha evolucionado la enseñanza de la Litografía en nuestro ámbito docente porque no ha podido competir desde la iniciativa de unas pocas personas y escasos medios con toda una inercia y resabio academicista de los planes de estudio que han primado lo Calcográfico con múltiples asignaturas y profesorado que aun contando con conocimientos suficientes, excluían la planografía sistemáticamente de sus programaciones.

Resulta no breve sino brevísimo un curso el tiempo de un curso académico actual para el desarrollo de la litografía. Una sola asignatura optativa en el segundo ciclo de los actuales planes de estudio no ha sido suficiente opción para un alumnado que hubiera podido interesarse por su desarrollo en profundidad. Porque como decíamos el aprendizaje de la Litografía es largo y requiere de práctica. La espectacularidad de sus mejores y variadísimas posibilidades plásticas, mayor desde luego que en ninguna otra técnica gráfica tradicional, debe sin embargo esperar. Pero no llega nunca, porque no hay tiempo.

Como tampoco se traduce en consideración del alumnado hacia la concepción histórica, artística y peculiar de su lenguaje como susceptible de extrapolar un posible proyecto de investigación , de ahondar en el estudio de alguno de sus aspectos en una tesis doctoral o de plantear un trabajo de indagación específica progresiva en sus terrenos tanto conceptuales como prácticos. Y por tanto en la consideración del alumnado al carácter intelectual de sus contenidos , de su tarea o de sus enseñantes.

Mucho nos tememos que la periodización de los nuevos planes de estudio del Grado desde las premisas de Convergencia Europea y de Bolonia no haran sino empeorar aún mucho más las cosas como se viene poniendo de manifiesto en las asignaturas de gráfica de los Máster de Posgrado. O, por el contrario, encontraremos una nueva metodología para impartir la enseñanza de un conocimiento técnico adecuado a otras mentalidades y finalidades artísticas que nos permitan otras temporalizaciones, que todavía no atisbamos con demasiada claridad.

Pero aquí hay una muestra, aun pequeña, de lo hecho en las asignaturas “Técnicas de Estampación II” y “Técnicas Planográficas”, a lo largo de un lapso de tiempo amplio, referidas a Litografía en los diferentes momentos y planes de estudio. No está, ni mucho menos, todo lo que ha sido pero si es todo lo que está. Una breve nota para la lavandería regentada por Katharina von Volck escrita por su hijo, Aloys Senefelder, fue el origen de todo esto.

Alfredo Piquer Garzón

Profesor Titular de Universidad

Técnicas Planográficas

Facultad de Bellas Artes U.C.M.



Todavía hoy .  (Sept 10. A propósito de la exposición Final de Curso 09-10 Alumnos de Bellas Artes U.C.M. Técnicas Planográficas)


En ocasiones, inmersos todos en la intensidad y la premura de las propias tareas, estamos ajenos al trabajo que se desarrolla dentro del resto de las aulas de nuestra Facultad. Sin embargo, el curso pasado, sin ir mas lejos, pudimos ofrecer una exposición en la propia Facultad sobre nuestra asignatura de Técnicas Planográficas desvelando los contenidos de la materia impartida detrás de una denominación tan rimbombante.

Planografía que es la denominación genérica de un nuevo principio técnico de estampación originado en los avatares a caballo de los siglos XVIII y XIX. La Litografía conservada aun hoy en sus métodos y medios más tradicionales, las prensas manuales , las piedras calizas de los estratos jurásicos de Baviera, todavía la huella indeleble de los ictiosaurios o de las primeras aves reptilianas; la litografía efectivamente todavía en los albores del Siglo XXI , en el mundo de la globalización y la revolución inimaginable, imparable de lo digital. Efectivamente, todavía hoy el interés por producir una obra plástica, artística, bidimensional sobre el papel como soporte . Aún aferrados al romanticismo de los viejos métodos, a un trabajo donde pueden más tal vez los medios y las destrezas necesarias, los laboriosos procedimientos la tosquedad e imperfección de las herramientas, que la integridad conceptual de los propios resultados.

Y sin embargo… esos mismos soportes objetos de dibujo directo, inmediato, fáctico, real, físico, convertidas en sí mismas en matrices de impresión y estampación, no sus trasuntos, sus reproducciones, sus calcos, sus copias, sino ellas mismas como ideas en puridad en la boca de la caverna proyectando su sombra en el fondo profundo donde las podamos siquiera atisbar impresas estampadas sobre el papel de los tirajes, aun breves, de las pruebas fascinantes , incluso únicas.

Se trata claro está de la formación del artista de su génesis verdadera como tal. Del afianzamiento de sus destrezas y sus conceptos plásticos, entroncados con la tradición y enfocados hacia el futuro. De sus conceptos gráficos, cromáticos, compositivos, temáticos, de la formación de su criterio sobre lo visual, de la apreciación de su propia capacidad para traducir, para producir, para utilizar imágenes en la dirección de una expresión personal y deliberada, para que éstas interpreten y traduzcan a su vez el mundo, simbólicamente, poéticamente, plásticamente. Se trata de la formación de su manualidad y su destreza, de la consciencia entre la relación directa entre la concepción de la obra y su misma facticidad; del descubrimiento de las posibilidades expresivas de lo gráfico como lenguaje independiente de otros lenguajes plásticos y desde la peculiaridad específica de sus modos de dicción., del valor inicial de su posibilidad multiplicadora previa a la difusión indiscriminada de la era de la electrónica.

Alguien ha dicho que la extensión de un procedimiento –plástico- debe centrarse finalmente, como todos, antes en la producción de una obra artística que en la aplicación ortodoxa de una técnica. Pueda ser… pero cuántas veces la “producción de una pretendida obra artística” finalmente resulta no ser tal (por falta precisamente de la base de un conocimiento técnico) sino solo desde la visión subjetiva y momentánea de la moda. Y sin embargo cuántas veces una cierta perspectiva de tiempo puso de manifiesto la categoría de un trabajo, quizá fuera del ámbito de lo sincrónicamente celebrado, también precisamente porque estaba basado en un buen conocimiento de los métodos.

Pero además, la tarea académica de Bellas Artes consiste –también- en mantener la profundidad y la amplitud del campo profesional de la práctica y de las técnicas artísticas y de ese conocimiento que se imparte en estas aulas deriva el amor de los artistas en formación por la pureza, peculiaridad y esencialidad de cada uno de sus lenguajes. Qué decir cuando esa integridad en la dicción se aúna con un resultado verdaderamente artístico. De ello dan fe las cuatro Litografías –con mayúscula- que hemos traído a esta exposición.


Alfredo Piquer Garzón. Profesor Titular de Universidad. B.B.A.A.U.C.M.